En la vida moderna, el estrés se ha convertido en una constante. Las demandas laborales, compromisos familiares y la tecnología nos mantienen en un estado de alerta constante. Este estrés crónico afecta negativamente nuestra calidad de vida, causando problemas de sueño, ansiedad, y depresión. Además, puede provocar malestares físicos como dolores de cabeza, hipertensión y enfermedades cardíacas. Manejar el estrés es crucial para mantener nuestra salud mental y física en óptimas condiciones.